MICROBIOMA Y ACTIVIDAD FÍSICA
25-ene-22El microbioma es un conjunto de microorganismo que cohabitan en nuestro cuerpo. Son bacterias que por un lado protegen al organismo de otras bacterias patógenas que pueden producir enfermedades (sustancias nocivas, cancerígenas, químicos y metales pesados, etc) y por otro, se encargan del buen mantenimiento del sistema inmune para que nuestras defensas actúen correctamente. Nuestro cuerpo está compuesto de entre 2-3 kg de microbioma, de 10000 especies diferentes y la mayoría se distribuye en el intestino, piel y esófago. Ahora bien, hablemos de lo que nos interesa ¿si el microbioma está tan relacionado con la salud, qué importancia tiene la actividad física en el mismo y viceversa?
Para conseguir un microbioma óptimo que trabaje por una correcta homeostasis de nuestro cuerpo, se deben atender 3 factores clave; la nutrición, el descanso y la actividad física. Cualquiera de estos pilares que no estén debidamente cuidados repercutirán negativamente en el estado de nuestro microbioma y por ende de nuestra salud.
En lo que respecta a la actividad, basta con cumplir las recomendaciones de actividad física semanal de la Organización Mundial de la Salud; acumular un total de 150 minutos de actividad física moderada, 75 minutos de actividad física intensa y realizar un mínimo de 10000 pasos diarios. Si bien es cierto que a mayor cantidad e intensidad de la actividad mayores beneficios se reportan siempre y cuando estemos dentro de unos límites. Nosotros los deportistas por lo general, con nuestros entrenamientos llegamos a estos mínimos de actividad semanal sin problemas, pero tenemos que tener en cuenta la importancia de seguir mínimamente activos en la medida de nuestras posibilidades en periodos de recuperación, de lesiones o de vacaciones, no sólo por evitar un descenso drástico en nuestro rendimiento si no por mantener saludable nuestro organismo.
Otro aspecto clave, como hemos dicho anteriormente es el descanso, y con descanso no sólo estamos hablando de horas de sueño, también lo hacemos al referirnos a evitar situaciones de estrés permanente y sobre todo a una buena gestión de descanso físico en nuestro plan de entrenamiento. Ya conocéis la importancia del descanso para poder conseguir mejoras tras uno o varios entrenamientos, pero una vez más fuera del escenario de nuestra forma física y cuidando de nuestra salud que es lo que debe primar, debemos organizar los descansos con coherencia, para poder garantizar un buen estado de salud y de forma física derivado de los entrenamientos.
La última clave para mantener en buen estado el microbioma y la más importante de todas es la alimentación, es decir la dieta, si ya seguimos unas pautas para que nuestra alimentación esté enfocada a mejorar nuestro rendimiento, a grandes rasgos no tendríamos que intervenir en la dieta, pero sí que hay que considerar la ingesta de alimentos prebióticos y probióticos y evitar la toma de antibióticos, ya que está demostrado científicamente que mejora en gran medida el microbioma y además evita su deterioro.
Todos sabemos la importancia de un buen estado de salud para poder tener una buena condición física, aquí tenéis 3 claves a tener en cuenta, de las que seguro siempre os han hablado, pero ahora que conocéis el microbioma, cobran más sentido.