Emociones
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Andrea Doreste (ex-deportista de élite, psicóloga clínica y deportiva) resalta la importancia del entrenamiento mental.
Nuestro rendimiento está directamente relacionado con nuestro estado anímico. Imagínate que tu cuerpo funciona como un circuito de electricidad, tienes la pila (tu energía, la fuerza, etc) unida al interruptor (que representa tu mente, tus pensamientos y emociones) y a la bombilla (que sería tu rendimiento final). Por más entrenado que estés, por más cargada que tengas la pila, si el interruptor tiene algún fallo, la bombilla no brillará con todas sus fuerzas.
Para empezar a entrenar nuestra mente, primero hay que conocerse. Hay que detectar que situaciones me provocan estrés. Qué cambios fisiológicos me provocan. Y cómo afecta mi pensamiento.
Veamos un ejemplo:
- Estoy llegando a la salida de una maratón (situación estresante) y siento que me tiemblan las piernas (cambio fisiológico), empiezo a pensar que no voy a ser capaz de llegar a la meta o cumplir con mi objetivo (mis pensamientos). Hay que reconocer que no se pueden eliminar los pensamientos, debes aceptarlo y trabajar para convertirlos en pensamientos positivos.
Andrea nos propone un ejercicio para poder detectar estos pensamientos negativos, adelantarnos a ellos y convertirlos en positivos.
- Lleva un autorregistro.
- Elabora una tabla donde puedes registrar lo siguiente: El día y la hora / La situación / La sensación fisiológica / Las emociones / Distorsión / Pensamientos alternativos (siguiendo con el ejemplo de la maratón: He entrenado mucho, me siento muy fuerte y seguro de mí mismo.)
